Los mariscos como los filetes de pescado, las gambas y el calamar a menudo requieren almacenamiento congelado a -18°C o menos. A estas temperaturas, el alto contenido de agua en el producto se convierte en hielo, lo que puede interferir con las señales electromagnéticas en los detectores de metales y reducir la precisión de la detección.
Desafíos en la inspección de productos congelados:
Interferencia de la señal de humedad: Los cristales de agua congelada crean un “efecto de producto” que puede enmascarar pequeños contaminantes metálicos.
Formas y tamaños variables: Las formas irregulares de los mariscos hacen que la inspección consistente sea más compleja.
Mejores prácticas y soluciones:
Detectores de metales optimizados para bajas temperaturas: Nuestros modelos para entornos fríos utilizan tecnología avanzada de ajuste de fase para minimizar el efecto del producto y lograr una sensibilidad de detección de φ0.4 mm de acero inoxidable incluso a -20°C.
Inspección por rayos X para mercados de exportación: Los sistemas de rayos X pueden detectar metales, fragmentos de conchas, piedras y vidrio independientemente de la temperatura o forma del producto, lo que los hace ideales para mariscos de exportación de alto valor.
Punto de inspección: Instale el equipo de detección a la salida del congelador en espiral o del congelador de túnel, donde la temperatura y la condición del producto son más estables.
Los detectores de metales para productos congelados y los sistemas de inspección por rayos X de Shanan Technology son confiables para los procesadores de mariscos de todo el mundo por su alta precisión, durabilidad y cumplimiento de los estándares globales.